“Hacer ejercicio después de una jornada on-line es como arrancar un coche después de dejarnos las luces encendidas”
¿Por qué nos cuesta MÁS MOVERNOS después de una jornada de trabajo ON-LINE en casa?

1.-Porque con el trabajo presencial, utilizamos el descanso de la noche, para ARRANCAR y ponernos en movimiento, que es lo que más energía nos consume.

2.- Porque por el camino recargamos BATERÍAS, al beneficiarnos de otras fuentes de energía como son: el movimiento, la luz solar, la oxigenación del aire libre, una mayor variedad de estímulos visuales, auditivos, olfativos, táctiles…

3.-Porque el tiempo que transcurre entre que nos encontramos en un espacio y otro, facilita APARCAR en un solo ámbito.

4.-Porque las relaciones sociales de nuestro lugar de trabajo también son fuente de energía que facilita nuestra DINAMIZACIÓN diaria.

5.-Porque no nos terminamos de creer que eso nos pueda pasar a nosotros. Intentamos arrancar, del mismo modo, una y otra vez, juzgándonos negativamente terminamos por gastar la poca batería que nos quedaba, en lugar de aprovecharla para que nos EMPUJEN calle abajo. Lo que genera mayor desgaste y menor probabilidad de dinamización a medio y largo plazo.

¿Cómo podemos realizar EJERCICIO FÍSICO TRAS nuestra JORNADA ON- LINE?

1.-Siendo conscientes de la complejidad que supone arrancar después de habernos dejado las luces encendidas. Nos acercaremos, por tanto, a dicha dinamización con toda la capacidad de ASOMBRO que la ocasión requiere.

2.-La noche antes nos colocaremos en lo alto de una rampa, SOÑANDO con tener ganas de hacer ejercicio al final de nuestra jornada laboral. Atención: Lo importante NO es hacer ejercicio. Lo importante es TENER GANAS de hacerlo. Tendremos que IMAGINAR qué se siente.

3.- Durante el día sentiremos la inquietud sobre si seremos capaces de arrancar. Nuestro chispazo intelectual quiere hacer ejercicio al final de la jornada, pero no tenemos claro si la batería emocional almacenada será suficiente para tener ganas de hacerlo. Pondremos la segunda marcha, VISTIÉNDONOS DE DEPORTE PARA REALIZAR NUESTRO TRABAJO ON-LINE, al menos de cintura para abajo, preparándonos así, para el arranque.

4.-Al finalizar la jornada, nos DEJAREMOS EMPUJAR. Permitiremos que otras fuerzas externas, que no son la propia, nos pongan en movimiento. Para ello, realizaremos unas PROFUNDAS RESPIRACIONES ABDOMINALES. Nuestros pulmones pondrán en coherencia nuestro deseo intelectual con nuestro deseo emocional, facilitando que nuestro cuerpo se ponga en movimiento a una velocidad que no elegiremos nosotros y durante un tiempo que desconocemos. Nos dejaremos llevar en ARMONÍA con el ambiente.

5.-En la medida en que estamos en movimiento, soltaremos el embrague, sintiendo lo que estamos haciendo, AVANZAR, eso nos permitirá pisar el acelerador de la FELICIDAD, disfrutando de esa sensación como cuando éramos niños.

6.- Con lo que nos ha costado arrancar, necesitaremos estar en movimiento, durante el mayor tiempo posible para devolver algo de carga a la batería emocional. No se trata de un tiempo cortoplacista, valorado en minutos, se trata de hacer una mirada amplia. Para ello, volveremos a realizar la misma secuencia OTRO DÍA y varios días más. Aprovechando nuestra inercia de las veces anteriores, realizaremos los mismos pasos, pero en el momento de la respiración abdominal AGRADECEREMOS NUESTRO PROCESO. Este proceso no debe ser evaluado en función del resultado obtenido el día anterior, incluso puede ser que un día no logremos arrancar, no debemos pensar que hemos fracasado, nuestra batería emocional depende de elementos externos, como puede ser una helada, así que, reconocemos que es un complejo proceso y volvemos a realizar la misma maniobra al día siguiente.

7.- ¡ATENCIÓN! ¡¡Es muy importante poner las luces de WARNING al realizar esta maniobra!! El warning genera comprensión. No iremos a la velocidad deseada por nosotros, ni por el resto de la circulación. No es importante el tiempo que estemos en movimiento, ni los resultados obtenidos. Se trata de DISFRUTAR con nuestro MOVIMIENTO corporal y nuestra FLEXIBILIDAD mental. Se trata de EQUILIBRAR la voluntad intelectual (yo quiero hacer ejercicio) con la voluntad emocional (siento ganas de hacer ejercicio), como germen de un PROCESO DE ARMONÍA y AUTOCUIDADO INFINITO, no es una cuestión de fuerza, que ya sabemos, que a esas horas del día está muy baja.